Cuando pensamos en actividades para nuestros hijos, buscamos que se diviertan pero que a su vez adquieran capacidades que les ayuden en su desarrollo físico y emocional. Sin duda, el teatro es la actividad perfecta ya que une diferentes habilidades para su desarrollo. Proporciona un inmejorable abanico de beneficios que potencian la imaginación de los niños.
¿Qué beneficios tiene el teatro para los niños?
Expresión corporal. Facilita que el niño aprenda a transmitir sus sentimientos a través de su cuerpo. Ponerse en el papel de un personaje les ayuda a conectar con sus emociones, ver el mundo desde el cuerpo de otra persona. Esto además les permite sentirse seguros de sí mismos y les ayuda a desinhibirse, perder la vergüenza y ganar confianza.
Es una actividad perfecta para relacionarse con otros niños.Al preparar una obra, aprenden a trabajar en equipo, a respetar y ayudar los unos a los otros.
Estimula la creatividad y la imaginación, tan difícil de encontrar los dispositivos móviles, tabletas, programas de televisión… Además, el teatro refuerza las tareas académicas como son la lectura y la literatura.
El teatro también les ayuda a aprender valores tan importantes como la igualdad, el respeto o la tolerancia. En el teatro infantil los niños representan una obra donde a los personajes les van sucediendo cosas. Los niños pueden identificarse con los personajes aprendiendo de su experiencia. Además, las obras suelen tener una moraleja final, una buena forma de que ellos mismos aprendan ciertos valores.
En las clases de teatro las edades de los niños pueden ser muy dispares y todos aprenden de sus compañeros, los mayores cuidando de los pequeños, los pequeños intentando imitar a los mayores, un buen ambiente de ocio y trabajo. Además, las familias interactúan con esta actividad en el hecho de que colaboran con la decoración, los disfraces, etc.
¿Qué se trabaja en las clases de teatro?
Los niños juegan a crear, fomentan su creatividad y aprenden valores como la igualdad o la tolerancia.
Las actividades que se suelen realizar incluyen imitación de estereotipos, mímica, expresión corporal y movimiento o baile. Un clásico es imitar que son un objeto e interpretar las acciones de ese objeto, por ejemplo intentar actuar como si fueran una puerta: su movimiento, el sonido que hacen, la personalidad de una puerta, qué voz podría tener, características físicas, etc. Es una forma muy divertida de fomentar su creatividad.
En las clases de teatro los niños juegan a crear, inventar y a colaborar con el grupo de teatro. Las clases de teatro infantil son terapéuticas y socializadoras. Se realizan ejercicios psicomotores, y el contacto físico entre los compañeros es la base de la educación dramática. No se trata de crear actores o estrellas del espectáculo, sino de fomentar su creatividad y aprender a relacionarse y desinhibirse.
La mejor edad para que un niño haga teatro es a partir de los cinco años, ya que a esta edad ya el niño es capaz de leer, entender pequeños textos, y su poder de memoria es alto. Los niños absorben todo lo que escuchan y son capaces de recordar letras de canciones, melodías y textos.
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Coordina: Jorge Laplace
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